Euskadi no goza de una tasa de de emprendimiento abultada (Global Entrepreneurship Monitor, 2016), más bien presentamos un déficit de iniciativa empresarial y de asunción de riesgos empresariales entre nuestra población bastante importante. Un déficit que se agrava cuando observamos la avanzada edad media en la que se toma la decisión de emprender en nuestro entorno, 39 años. Y también, el escaso reconocimiento social que presenta. Menos del 50% de la población vasca considera el emprendimiento como una buena opción profesional (GEM CAPV, 2016).

Fuente: GEM CAPV, 2016
Afortunadamente, lo que si tenemos es un ecosistema, en términos de apoyo público, infraestructuras y transferencia de I+D absolutamente privilegiado, comparativamente, incluso en el entorno de la Unión Europea.

Fuente: GEM CAPV, 2016
La contrapartida, la encontramos en el ámbito formativo, ya que el principal foco de mejora se encuentra en la educación, principalmente la primaria y la secundaria.
Conociendo en este contexto, la universidad lleva años trabajando para potenciar la actividad emprendedora. El mundo de las start-ups lo incluye todo. Desde un restaurante on-line hasta el desarrollo de un nuevo producto industrial. El emprendimiento universitario es un subconjunto dentro del mundo global del emprendimiento. Las iniciativas universitarias comparten los mismos atributos que cualquier otra start up: necesitan capital para crecer y capital humano talentoso tomando decisiones. Sin embargo, son únicas en otros ámbitos. Nacen de descubrimientos de investigación científica en diferentes Facultades, y como ellas, necesitan “cuidados y alimentación” diferentes. Separar un spin off universitaria en fase de desarrollo de un nuevo fármaco del laboratorio y del grupo de investigación de las que han surgido, supondría abortar su nacimiento de origen. Todas ellas, nacen de tecnologías no maduras que suponen un alto riesgo desde la óptica inversora y en la mayor parte de las ocasiones su desarrollo pasa por una internacionalización forzosa, ya que nacen con un nivel tecnológico que excede a las necesidades del mercado local. Y estas son solo algunas de las características diferenciales que hacen complejo su nacimiento fuera del ecosistema universitario. En este marco se han desarrollado programas universitarios como ZITEK, en la Universidad del País Vasco UPV/EHU, para favorecer que los resultados de investigación científica generen economía real.
Y en este contexto nace MBAe3, el Master de Emprendimiento y Dirección de empresas. Bajo la perspectiva de que la formación es sumamente importante para lanzar proyectos complejos y de alto valor añadido. El objetivo de MBAe3 es formar líderes emprendedores que traccionen nuevos proyectos innovadores para el territorio y que generen riqueza y empleo. Esos realmente valiosos que harán que sigamos disfrutando de un bienestar privilegiado en nuestro entorno. Para esos y también para acometer un proyecto de autoempleo y como no, para liderar proyectos intraemprendedores desde una de las grandes empresas de nuestro entorno.
Creemos que sin una formación adecuada, la sostenibilidad del emprendimiento será escasa. En un entorno en el que el fracaso se estigmatiza (sin el matiz de aprendizaje que tiene en los países anglosajones), promovemos el emprendimiento “pero con red”. Nada hay más valioso como el emprendimiento sostenible en la vida de los promotores. Nuestra experiencia en MBAe3 nos dice que el mayor éxito emprendedor es aquel fracaso empresarial detectado antes de producirse. De hecho, El Business Plan con mejor calificación de MBAe3 en la última edición se corresponde con idea, a priori, excelente, que finalmente resulto no ser rentable. Nada más sostenible en términos vitales que el ahorro de la inversión familiar de los promotores en un proyecto que en apariencia mostraba perspectivas de desarrollo y crecimiento excelentes. Resultado: más de 450.000 euros no desperdiciados en un proyecto que es inviable hoy pero que será viable cuando nuestra mentalidad de consumo avance. A veces, el exceso de innovación hace que un proyecto sea inviable porque nace muy por delante de las necesidades del mercado. Creemos firmemente en la medición exhaustiva, incluso para equivocarnos. El Business Plan no ha muerto. Ha muerto el Plan de Negocio que se usa para justificar que cualquier cosa que se planee funciona en una página excel. En MBAe3 no promovemos “las trampas al solitario”.
Me gustaría finalizar fomentando una reflexión sobre lo que en los últimos tiempos se está promoviendo como emprendimiento de éxito. La pregunta es ¿es un éxito que una persona emprenda y venda su negocio 5 años más tarde multiplicando por 1000 la inversión que realizo? Quizás para algunas personas sí. De hecho, parece ser el paradigma en el emprendimiento TIC, en el que 1 año de vida es largo plazo y donde la valoración empresarial no se basa en una facturación real sino en ostentar un número elevado de usuarios. Pero es nuestra obligación, como administraciones públicas fomentar el emprendimiento sostenible no solo para la vida del promotor sino también para el territorio, apostando prioritariamente por proyectos pegados al terreno y que supongan generación de empleo y riqueza local.
Y en esa comprensión distinta de lo que supone el éxito emprendedor surgen agentes diversos que en cierta manera están haciendo que el ecosistema se descompense. Mucho esfuerzo de algunas instituciones públicas muy expertas trabajando para que unas pocas personas con valentía suficiente para lanzarse, asumir riesgos y crear empleo. Y un conjunto de entidades coexistiendo en el ecosistema y viviendo del concepto de éxito emprendedor basado en las rondas de financiación con cierto artificio.
La mayor parte de los grandes emprendedores que conozco no consideran el valor empresarial una prioridad, no desean vender su empresa, un emprendedor ambicioso no aspira a vender su empresa sino a cambiar el mundo.
María Saiz, Directora del Máster MBAe3 y Directora del proyecto GEM País Vasco.